La revolución digital está a la vuelta de la esquina y, en medio de este torbellino, surgen iniciativas fascinantes que no solo promueven el aprendizaje, sino que también transforman vidas. Laboratoria es uno de esos proyectos que está redefiniendo el futuro de miles de jóvenes latinoamericanas, capacitándolas en habilidades digitales y empoderándolas para enfrentar el mundo laboral. Pero ¿cómo logra Laboratoria hacer todo esto? ¿Qué impacto tiene en la vida de las participantes?
¿Qué es Laboratoria y cómo nace su misión?
Laboratoria no es solo una escuela, es un movimiento. Fundada en 2014, esta organización se propuso cerrar la brecha de género en la tecnología y la programación. Al principio, la idea era simple: ofrecer capacitación a mujeres jóvenes, especialmente aquellas en situaciones vulnerables, para que pudieran acceder a trabajos en el sector tecnológico. Pero, ¿no es increíble cómo de una simple idea se puede gestar un cambio profundo?
En sus primeras ediciones, Laboratoria se enfocaba en enseñar a las chicas a programar de manera intensiva. A medida que el proyecto creció, la necesidad de ir más allá de lo técnico se hizo evidente. El equipo se dio cuenta de que las competencias blandas, como la confianza en sí mismas y la habilidad de comunicación, son igual de importantes. Así, se creó un enfoque integral que incluye entrenamiento en habilidades blandas y un fuerte componente de mentoring.
Hoy, Laboratoria se encuentra en varios países de América Latina, como México, Perú y Chile, generando un impacto real y tangible en las vidas de miles de jóvenes. Y, aunque algunos pueden pensar que solo están aprendiendo a programar, lo cierto es que están aprendiendo a soñar. ¿No es eso maravilloso?
¿Cómo es la experiencia de las participantes en Laboratoria?
Una de las cosas más destacadas de Laboratoria es la experiencia totalmente inmersiva que ofrecen a sus estudiantes. Desde el primer día, las chicas son sumergidas en un ambiente donde el aprendizaje es la norma, y la colaboración se fomenta desde el primer momento. ¿No te gustaría ser parte de un grupo donde todos construyen juntas? Eso es exactamente lo que sucede allí.
Las clases suelen ser intensivas, pero también se caracterizan por ser muy dinámicas. A través de proyectos reales, las participantes no solo aprenden a programar, sino que también forman parte de un equipo. Esta estructura permite que desarrollen habilidades prácticas al mismo tiempo que aprecian el trabajo en colaboración. ¡Y sí, a veces también hay risas y un poco de camino a la frustración! Pero, pensándolo mejor, esos momentos complicados son los que realmente enseñan.
Aprender con proyectos, ¿es realmente efectivo?
Definitivamente. El aprender haciendo es una de las metodologías más efectivas, especialmente en el ámbito tecnológico. Las participantes de Laboratoria trabajan en proyectos tangibles que pueden ir desde el desarrollo de una página web hasta crear aplicaciones móviles. Este estilo de aprendizaje no solo da sentido a lo que aprenden, sino que también les da algo concreto que mostrar en sus CVs. Imagina poder presentar a un futuro empleador una app en la que trabajaste, es una sensación increíble.
Además, trabajar en proyectos reales también fomenta la creatividad. Dentro del aula, las chicas tienen la libertad de experimentar, probar ideas y hacer preguntas. Esta atmósfera despierta un sentido de curiosidad que, a menudo, se pierde en los entornos educativos tradicionales. ¿No es genial recordar lo importante que es jugar y experimentar en el proceso de aprendizaje?
¿Cuál es el impacto de Laboratoria en la carrera profesional de las jóvenes?
Los números hablan por sí mismos. Las egresadas de Laboratoria en muchos casos logran empleos en empresas de tecnología y startups. Lo impactante no solo son los empleos, sino también los salarios que estas chicas empiezan a ganar. En un mundo donde la desigualdad salarial es un tema candente, se vuelve vital que las mujeres tengan acceso a carreras bien remuneradas en el sector tecnológico. Laboratoria está cerrando esa brecha, ¡y eso es fabuloso!
Un punto clave que merece la pena mencionar es el networking. Al unirse a Laboratoria, las participantes entran en una red amplia de mujeres que han recorrido caminos similares y pueden ofrecer apoyo o incluso conexiones laborales. Esa red no solo ayuda en la búsqueda de empleo, sino que también se traduce en mentorías que pueden ser invaluables a lo largo de la carrera profesional de las chicas.
¿Y la historia de cada egresada?
Los testimonios de las egresadas son realmente inspiradores. Muchas de ellas compartieron que el momento en que decidieron unirse a Laboratoria marcó un antes y un después en sus vidas. Algunas habían enfrentado barreras significativas, como ser madres solteras o venir de contextos económicos desafiantes. Sin embargo, Laboratoria les brindó las herramientas para superar esos obstáculos y creer en sí mismas. ¿No es fascinante ver cómo la educación puede cambiar vidas?
Una de las historias que más me llamó la atención fue la de Carolina, una joven de Lima que antes de Laboratoria se sentía perdida. Con el apoyo y la capacitación que recibió, no solo logró conseguir un empleo en una importante empresa de tecnología, sino que también se convirtió en un ejemplo para otras chicas en su comunidad. Esto me hace pensar en cuántas Carolinas hay por ahí esperando una oportunidad.
¿Qué desafíos enfrenta Laboratoria en su camino?
Aunque Laboratoria ha alcanzado un impacto significativo, no está exenta de desafíos. Uno de los más grandes es la sostenibilidad del modelo. A medida que crece la demanda por su programa, también lo hacen las necesidades de financiación. Esto plantea la pregunta: ¿cómo puede una organización sin fines de lucro mantenerse a flote y seguir cumpliendo su misión? Es un dilema constante que enfrentan muchas instituciones similares.
Además, la evolución rápida del campo tecnológico significa que Laboratoria tiene que actualizar constantemente su currículum. Esto puede ser complicado, ya que requieren de educadores capacitados que estén al tanto de las tendencias más actuales. Aunque, pensándolo mejor, no hay nada más emocionante que adaptarse a un entorno que está constantemente cambiando, ¿verdad?
¿Cómo se financia Laboratoria?
La financiación es crucial, y Laboratoria cuenta con un modelo híbrido que combina donaciones, patrocinios corporativos y matrículas de las participantes. Sin embargo, esto puede ser un arma de doble filo. Por un lado, el financiamiento de empresas puede ofrecer estabilidad, pero por otro lado, existe el riesgo de que estas empresas intenten influir en lo que se enseña. Pero, ¿quién no querría una empresa local apoyando su misión?
Además, con el surgimiento de nuevas iniciativas similares, la competencia por fondos y atención se vuelve feroz. Laboratoria necesita innovar constantemente para destacar en un mercado donde todas buscan lo mismo: hacer un impacto positivo. A menudo, se habla de que se necesita un enfoque sostenible para impactar realmente a largo plazo. ¡Desafíos tras desafíos!
¿Qué sigue para Laboratoria y sus egresadas?
El futuro parece brillante. Laboratoria ha demostrado que hay una demanda creciente de mujeres en la tecnología y que estas chicas pueden marcar la diferencia. Con planes de expansión a más países, el objetivo es seguir capacitando a más jóvenes y, como resultado, cambiar la narrativa sobre las mujeres en el ámbito tecnológico. Pero, y aquí es donde se pone interesante, ¿qué pasará cuando más y más mujeres ocupen estos roles en la industria tecnológica? Seguro que veremos un cambio en la cultura laboral.
A medida que más egresadas se involucran en roles de liderazgo, podríamos empezar a ver un cambio cultural en la forma en que se perciben las carreras en tecnología. ¿Te imaginas un mundo donde las niñas crecen viendo a mujeres líderes en el campo tecnológico? Eso no solo inspiraría a futuras generaciones, sino que también contribuiría a un mercado laboral más diverso e inclusivo.
Laboratoria no solo brinda una educación, sino que ofrece una nueva perspectiva sobre lo que es posible. Tal vez debamos aprender de esta iniciativa y reflexionar sobre cómo cada uno de nosotros puede contribuir a crear oportunidades para quienes nos rodean. Si alguna vez te has preguntado cómo puedes hacer un cambio en tu comunidad, tal vez sea momento de involucrarte y ayudar a aquellos que están buscando su camino. Después de todo, el cambio comienza por uno mismo. ¿Listo para ser parte de esta revolución?