La sucesión generacional en empresas familiares es un tema que a menudo genera muchas dudas e inquietudes. Después de todo, ¿cómo se puede asegurar que un negocio, construido con tanto esfuerzo y dedicación, pase a la siguiente generación de manera fluida y exitosa? A lo largo del tiempo, muchas familias han enfrentado el desafío de transferir no solo la propiedad del negocio, sino también los valores, la cultura y la visión que lo sostienen. Vamos a explorar juntos este fascinante tema, desvelando algunos de los secretos detrás de una transición exitosa.
¿Por qué es tan complicado el tema de la sucesión en empresas familiares?
¿Alguna vez te has preguntado por qué muchas empresas familiares no logran sobrevivir a la primera o segunda generación? Este dilema no es solo financiero; aumenta la complejidad emocional y las dinámicas interpersonales entre los miembros de la familia. Piensa en la empresa de la abuela que fue un pilar en la comunidad. Cuando llega el momento de pasarla a los hijos o nietos, como que empieza a fluir una mezcla de amor, compromiso y, claro, tensiones… ¡vaya combo!
Según estudios, alrededor del 70% de las empresas familiares no logran sobrevivir a la segunda generación. La razón principal suele ser la falta de un plan de sucesión claro. Y es que, aunque suene obvio, no basta con decir «aquí tienes el negocio». Hay herramientas legales y estrategias de formación que pueden ayudar a suavizar esta transición.
Pensándolo mejor, es también una cuestión de dejar un legado. Para muchos fundadores, su empresa es un reflejo de su propia identidad. Por eso, cuando se trata de pasar el mando, se plantea la pregunta: «¿quién está realmente preparado para tomar las riendas?»
¿Cuáles son los errores más comunes en la planificación de la sucesión?
No es raro que los fundadores caigan en ciertos errores a la hora de planear la sucesión. Uno de ellos es posponer la conversación. Cuanto más se acerca el momento de la transición, más difícil parece abordar el tema. Pero, como se dice, «el que avisa no es traidor», así que hablarlo con tiempo puede evitar conflictos futuros.
También hay que tener en cuenta la falta de formación. ¡Imagínate que le dejas el negocio a tu hijo, pero no le has enseñado cómo funciona! Es fundamental involucrar a los sucesores en las decisiones diarias, para que no se sientan perdidos cuando sea su turno. La formación no solo debe ser técnica, sino también en liderazgo y gestión de equipos.
El síndrome del hijo preferido: ¿es real?
Y aquí viene otra cuestión: la elección del sucesor. Muchas veces, los fundadores tienen un «hijo favorito» que parece ser el más indicado para llevar el negocio al siguiente nivel. Sin embargo, esto puede crear un ambiente de competencia y resentimiento entre los demás hijos. En lugar de favorecer a uno solo, lo ideal sería crear un equipo de sucesores. De esa manera, se potencia el trabajo en equipo y se minimizan rencores.
¿La familia siempre debe estar al mando?
Un dilema a considerar es: «¿Es realmente necesario que la familia se quede al mando?» En algunos casos, dejar el negocio en manos de un profesional externo puede ser la mejor opción. A veces, una perspectiva externa puede traer una innovación que la familia no ve. Esta decisión puede ser dolorosa, pero a veces se requiere un pensamiento más pragmático.
¿Qué habilidades son imprescindibles en un sucesor?
Ahora que ya sabemos que la planificación y las elecciones son clave, hablemos sobre las habilidades que debe tener el futuro líder de la empresa. En primer lugar, es vital que posea habilidades de comunicación. Un buen líder debe comunicarse no solo con los empleados, sino también con los clientes y proveedores. ¿Te imaginas tener un sucesor que no sabe cómo hablar en público? Eso sería un gran desafío.
Además, la inteligencia emocional es esencial. La capacidad de gestionar emociones propias y ajenas es lo que separa a un buen líder de uno promedio. Y no olvidemos la visión estratégica. El sucesor tiene que mirar hacia adelante, anticiparse a la competencia y adaptarse a un mercado que cambia constantemente.
¿Cómo pueden prepararse los futuros líderes para el cambio?
Para preparar a los sucesores, algunas empresas han implementado programas de mentoría. ¿Te imaginas aprender de alguien que ha vivido todos los altibajos del negocio? Es una increíble manera de adquirir experiencia sin tener que enfrentar todos los retos al mismo tiempo.
También es una buena idea que se expongan a diferentes áreas de la empresa. La versatilidad es un valor agregado. Si un futuro líder empieza en ventas, luego pasa a finanzas y eventualmente se mueve a operaciones, tendrá una visión más holística del negocio y eso siempre va a ser un plus.
¿Qué papel juegan los asesores externos?
Los asesores externos pueden jugar un papel crucial en este proceso. Muchas veces, pueden ayudar a suavizar las tensiones familiares y ofrecer una perspectiva objetiva. Como se suele decir, «en casa de herrero, cuchillo de palo». A veces, se necesita un extraño (aunque bien asesorado) que diga las cosas tal como son.
Los asesores pueden ayudar a facilitar la planificación de la sucesión, asegurando que todos los miembros de la familia y los empleados estén alineados en los objetivos de la empresa. También pueden ofrecer herramientas y recursos que ayuden en la formación y el desarrollo de habilidades de liderazgo.
¿Por qué es importante el consejo familiar en el proceso de sucesión?
El consejo familiar, que a veces se subestima, puede ser una herramienta fundamental. Este espacio permite a todos los miembros expresar preocupaciones y visiones sobre el futuro de la empresa. Tómalo como una «mesa de diálogo» donde se pueden discutir temas difíciles en un ambiente seguro.
Lecciones de empresas familiares exitosas
Finalmente, las empresas familiares exitosas suelen compartir algunas lecciones valiosas. Una de ellas es la importancia de establecer una cultura de confianza. Cuando los miembros de la familia confían unos en otros, es más fácil trabajar juntos hacia un mismo objetivo, incluso en tiempos difíciles. Y, por supuesto, recordar que cada generación tiene su forma de hacer las cosas. Ser flexible y estar dispuesto a escuchar nuevas ideas es clave.
Además, nunca subestimes el poder de la tradición. Mantener rituales familiares, como reuniones anuales o celebraciones, puede ayudar a fortalecer los lazos y mantener viva la conexión con las raíces del negocio. Creo que eso es algo que muchas veces se deja de lado, pero… ¿acaso no es bonito recordar de dónde venimos?
En este viaje de la sucesión generacional, es fundamental recordar que no solo se trata de preservar una empresa, sino también de honrar la historia que la rodea. La combinación de innovación y tradición puede ser la clave del éxito. Así que si te encuentras en esta encrucijada, no dudes en buscar apoyo y discutir abiertamente. ¡El futuro de tu negocio está en juego!